Las afecciones neurológicas son la principal causa de discapacidad en todo el mundo afectando a casi la mitad de la población, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS); padecimientos como la epilepsia, la migraña, el Parkinson, el Alzheimer o la Esclerosis Múltiple afectan cada vez más a la población, incrementando la carga de discapacidad y dependencia.
Sin embargo, la falta de neurólogos en el país dificulta el acceso a diagnósticos y tratamientos oportunos, aumentando el riesgo de complicaciones y afectando la calidad de vida de las personas. Y es que, según el Consejo Mexicano de Neurología[1], existen poco más de 1,800 neurólogos en México, lo que se traduce en un promedio de un especialista por cada 72 mil habitantes, una proporción insuficiente para atender la alta demanda de este tipo de problemas.
Según datos dela Secretaría de Salud, más de 1.3 millones de personas viven con Alzheimer[2], alrededor de 20 mil personas padecen Esclerosis Múltiple[3] y entre 300 mil y 500 mil personas viven con Parkinson[4], estas cifras resaltan la necesidad de atender padecimientos relacionados con la salud neurológica, los cuales pueden desencadenarse por una combinación de factores, entre ellos, la predisposición genética y factores ambientales dentro de los que se encuentran estilos de vida poco saludables, como el estrés crónico, obesidad y el consumo de sustancias tóxicas.
Cada uno de estos factores afecta de manera distinta a cada persona y, en muchos casos, además de tener síntomas característicos, pueden presentar efectos generalizados como dolores de cabeza, pérdida de memoria, desequilibrio y trastornos del sueño, tales como el insomnio o la apnea del sueño, dificultando su diagnóstico y retrasando el tratamiento específico.
Mediante una evaluación integral, el especialista en neurología examina reflejos, coordinación, fuerza muscular, y capacidades sensoriales y cognitivas para obtener una visión precisa del estado del sistema nervioso. Con base en esta información, se puede diseñar un plan de tratamiento personalizado que atienda las necesidades específicas de cada paciente, ya sea a través de medicamentos, terapias físicas o intervenciones quirúrgicas.
Por esta razón, cada 29 de noviembre se conmemora el Día del Neurólogo, una oportunidad para reconocer la invaluable labor de estos especialistas encargados de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermedades que afectan al cerebro y el sistema nervioso en sus diversas áreas. Su experiencia y conocimientos son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los mexicanos, donde la falta de neurólogos es un reto considerable.