El regreso a clases está a la vuelta de la esquina, con ello, surge una señal de alerta, especialmente en los niveles educativos básicos, ya que, es donde se observa un aumento de enfermedades en vías respiratorias. Según el “Journal of family Medicine and Primary Care” menciona que de 7 a 10 días después del regreso a clases, durante la primera semana de septiembre, se presenta un aumento de hasta el 14.5% en las infecciones respiratorias virales en menores[2].
Este fenómeno es común debido a una serie de factores que incluyen, aulas en espacios cerrados, la convivencia con un mayor número de personas y poca rigurosidad en las medidas de higiene, como lavarse las manos frecuentemente o cubrirse la boca al toser o estornudar, lo que aumenta el riesgo de contagio.
Durante el regreso a clases se crea un ambiente propicio para la proliferación de virus respiratorios que pueden afectar a los menores, debido a que tras el periodo vacacional, el sistema inmunológico puede ser más susceptible a una exposición de nuevos patógenos, que no tenían en casa al ser un entorno más controlado; esto podría aumentar el número de infecciones y las principales manifestaciones son tos, congestión nasal, fiebre, y dolor de garganta.
Algunos estudios mencionan que el uso de inmunoestimulantes ha demostrado que puede reducir hasta un 54% en promedio las enfermedades en vías respiratorias recurrentes y modular el sistema inmunitario, reduciendo las manifestaciones asociadas en este regreso a clases