Las primeras representaciones artísticas de las que se tiene registro datan de la prehistoria: la Edad de Piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) y la Edad de los Metales. Durante este período (que se extendió desde el inicio de la evolución humana hasta el 3000 a. C.) surgieron las primeras obras de arte.
Una de las manifestaciones artísticas de las que se tiene mayor cantidad y calidad de registro es la pintura rupestre. Los seres humanos que habitaron en la prehistoria se caracterizaron por tener un estilo de vida nómade y habitar en cuevas.
Se utilizaban pigmentos naturales, como la arcilla y el óxido, para realizar dibujos sobre la piedra de las cuevas; en ellos representaron su estilo de vida y lo que observaban en el medio que los rodeaba. Pintaron animales (leones, hienas, caballos y rinocerontes) y escenas de caza.
La mayoría de las pinturas rupestres de esta época están en cuevas dentro de los actuales territorios de Francia y España. Estas primeras representaciones artísticas constituyeron lo que se denomina el arte prehistórico y, en muchos casos, se caracterizaron por su sentido figurativo y su carácter espiritual o